PARÍS (AP) — Viajaron desde todas partes — desde Europa y Oceanía, desde América del Norte y América del Sur — para estar en Roland Garros el lunes, con la intención de ver a Rafael Nadal jugar lo que resultó ser su único partido del Abierto de Francia este año. Y tal vez sea el último.
Nadal, que ha ganado 14 de sus 22 trofeos de Grand Slam en París, perdió 6-3, 7-6 (5), 6-3 en el Día 2 del torneo en la Court Philippe Chatrier contra el cabeza de serie No. 4 Alexander Zverev. Los aficionados al tenis querían estar presentes en lo que se sintió como una ocasión monumental, incluso si Nadal dijo después que aún existe la posibilidad de que regrese.
Estaban allí para ver a Nadal competir, por supuesto, pero también para saludarlo como jugador y persona, para felicitarlo por una carrera extraordinaria y, tal vez, para atrapar un último vistazo a su grandeza en un torneo que ha ayudado a definir su legado.
“Es mi tenista favorito. Tal vez cuando se retire, encontraré a alguien nuevo. Pero no sé si le daré tanto amor al próximo”, dijo Fiona Li, una mujer de 35 años que trabaja en moda de lujo en los Países Bajos. “Su fuerza radica en que nunca se rinde. Me anima cuando estoy realmente abatida. Lucha hasta el último minuto. Eso es lo que necesitamos en la vida diaria. Cuando estás triste o algo, lo ves jugar, y todo se resuelve”.
..........Li, por su parte, estaba preparada. Dijo que compró boletos para todo el evento.
“No importa cuán lejos llegue”, dijo antes de ver a Nadal contra Zverev, “estaré allí.”
Howard Fendrich ha sido el escritor de tenis de AP desde 2002. Encuentra sus historias aquí: https://apnews.com/author/howard-fendrich
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